Club Excursionista Jesús-María (Sección de PADRES)
DE LA POBLA DE MONTORNÉS A SALOMÓ
(por la Mola de la Pobla)
17 Febrero 2007
LA POBLA DE MONTORNÉS
La Pobla de Montornés se asienta entre Roda de Bará y la Nou de Gaià. El origen de este fue un otero con el nombre de Puigperdiguers, donado por Ramón Berenguer I "El Viejo" (a quien le cupo el honor de entrar en la Historia como legislador al haber dado cuerpo a los Usatges) al noble Ramón Transunyer, en el siglo XI, con la promesa de que sobre él construyera un castillo.
De aquel Castell de
Montornés apenas quedan restos cerca de la ermita. Después perteneció al
monasterio de Santes Creus, cuyos frailes cultivaban las tierras y fueron los
encargados de repoblar, según un documento que recoge los acuerdos del capítulo
general celebrado en el monasterio, en 1255, donde se autoriza para edificar
casas y dar habitación a un grupo de colonos, concretamente diecisiete a los que
se les dio carta de población por parte del abad con fecha de 1259. Después
concederían a sus habitantes privilegios de salvoconducto para circular
libremente.
Tiene ermita dedicada a la Mare de Déu de Montornés, alrededor de la cual aparece un lienzo del antiguo castillo, guarda una imagen en alabastro policromado del siglo XVII-XVIII. Tuvo hospital con capilla aneja dedicada a la Santísima Trinidad, y mucho más tarde, en 1895, se instalaron en la Pobla monjas carmelitas dedicadas a la enseñanza
Como todos los pueblos catalanes, fue –y sigue siendo- industrioso. Tuvo canteras de cal y de yeso, una fábrica de aguardiente, y tradición de industria textil. En el siglo XIX se instalaron en La Pobla tejedores que configuraron su industria y hasta 1917-18 existían muchos tejedores y artesanos de alpargatas, pero con la desaparición de los telares se centralizó la industria en una fábrica de tejidos de lona que ha revitalizado la economía de este lugar.
La Masía Mercadè se asienta a caballo entre estas dos poblaciones y coge parte del término de Creixell. Además de esta, se asientan en el término Mas Boada, con elementos góticos y vía crucis de piedra; se halla documentada en 1744, pero su construcción es anterior y podría haber servido de residencia de los administradores del monasterio de Santes Creus. Mas Gibert, fechada en 1678, pero, al igual que la anterior, parece de construcción más antigua. Mas Solé, fechada en 1798, no se sabe si la construcción o alguna reforma. La Trunyella, donde abundan los manantiales y su tierra se reparte entre Bonastre y Salomó, aunque el edificio se asienta en La Pobla. Otras menos importantes son: Mas Barral, Mas Viscams y Mas Serralló.
Ahora el número de habitantes apenas sobrepasa los mil doscientos, pero muy activos, pues cada año escenifican un "Pessebre Vivent", y los veranos tienen lugar festivales con conciertos y conferencias. La Associació Amics de Montornès se encarga de muchas de sus actividades.
SALOMÓ
El río Gaià se encarga de
dividir el término de Salomó del de Vespella. En sus tierras abunda la viña que
produce un vino excelente para la elaboración del cava, por su baja graduación y
su transparencia, como nos dirían algunos amigos nuestros, quienes afirman que
el tipo de tierra llamada sauló, muy porosa, permite que el agua filtre
muy bien.
Una teoría apunta que su nombre, al igual que el de Bonastre, estaría relacionado con el topónimo de una comunidad judía. Tal vez se basa esta teoría en el nombre del rey bíblico, pero un salomó es también un candelabro sin pie, con muchos brazos para colocar velas, que eran los encargados de dar luz en las iglesias, como el salomonet de la catedral de Tarragona, que dio lugar a una leyenda. Hace años, según los Goigs del Sant Christo, esta localidad era llamada Salamó.
Lo primero que llama la atención de Salomó es su limpieza, la amabilidad de sus habitantes y la buena disposición de sus edificios, ello ha propiciado algún premio de embellecimiento urbano.
Los restos más antiguos que se encuentran en el término están en la Cova Fonda o dels Vergerars, a tres kilómetros al Oeste, a la orilla de uno de los meandros del río Gaià, y está datada en el Eneolítico. Más cercano en el tiempo puede verse Cal Cardenal, edificio civil notable. Pascual Madoz, que llama a la localidad Salamó, dice que era cabeza de ayuntamiento formado con la aldea de Pollarosa y la Cuadra de Mas Bru. La Poll-rossa, era, además de un extenso paraje, una agrupación de tres casas, capilla y dos molinos. También se ubicaron en el término tres fábricas de aguardiente, lo que da idea de la prosperidad del pueblo ya en el siglo XIX. Su término está, como buen lugar catalán, salpicado de masías, Gassó, Groc, Figueres.
El edificio más interesante de este precioso y amable lugar es la iglesia de Santa María, con portada románica y campanario de dos pisos. Y es el más interesante, porque en su interior se representa, cada año y con la participación de casi todos de los alrededor de cuatrocientos habitantes, el Ball del Sant Crist.
Los orígenes del pueblo de Salomó se remontan a tres siglos antes, el XIII, cuando, en la Reconquista, se instalan en Salomó gentes de otros lugares a fin de ir reforzando líneas y cultivando las tierras. La leyenda sitúa el supuesto hecho en el siglo XVI.
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