Club Excursionista Jesús-María (Sección de PADRES)

Excursión día 25 Octubre 2003

CAMI DE RONDA DEL PARC NATURLAL "EL CASTELL" DE PALAMÓS A CALELLA DE PALAFRUGELL

COSTA BRAVA

Excursión preparada por: L. Mestras

Vista del poblado ibérico junto a la playa de Castell

Llegada a Cala Estreta
Al fondo mirador de las islas formigues Vista de las islas Formigues

La Costa Brava, aún hoy, sigue siendo un tesoro lleno de secretos por descubrir si el caminante es capaz de acercarse hasta ella con espíritu inquieto. Los caminos de ronda que bordean esta costa de perfiles sinuosos y dejan entrever traviesas calas invitan al caminante a abrir los cinco sentidos para dejarse cautivar por la riqueza del entorno.

Esta ruta recorre la costa utilizando los antiguos caminos que, desde cierta altitud, servían para vigilar las posibles incursiones de piratas u otros atacantes. Muchos de estos caminos son de reciente recuperación, pero, aun así, la mayoría de ellos conserva sus formas originales. de cualquier modo, permiten disfrutar de toda la majestuosidad de la Costa Brava desde una mira privilegiada, a medio camino entre el mar y el cielo.

La zona que vamos a recorrer el conocida como "El refugio de Barbarroja". Las correrías de este famoso pirata han inspirado una ruta marítima. En el acantilado se esconden calas solitarias que fueron refugios de piratas y el lugar buscado por los pescadores para guarecerse del temporal; ahora son el destino de los amantes de la tranquilidad o de los que disfrutan con el buceo.

Recorrido:

Salimos de la Playa de la Fosca desde la cual y siguiendo el camino de Ronda señalizado con las marcas del GR-92 nos lleva a la Cala s'Alguer y a continuación pasamos por la Playa de Castell, la cual por un referéndum popular celebrado en 1994 se salvó de la especulación urbanística es una de las pocas playas vírgenes de la Costa Brava. Con la declaración actual de Área de Interés Natural, se intentarán recuperar los valores botánicos y ornitológicos de este espacio singular. La playa de Castell es ancha. Por el norte, la punta de Castell la protege; en este promontorio rocoso desde donde se disfruta de la mejor vista, se encuentran los restos de un poblado ibérico. A su espalda, la Foradada del Castell es uno de los parajes más fotografiados; una roca horadada permite el paso de pequeñas embarcaciones. Son numerosas las cavidades que se abren a pie de acantilado, ideales para disfrutar del buceo. Por el otro extremo, seguimos por la Cala dels Corbs y llegamos a Cala Estreta a la que descendemos por una empinada escalera. Luego pasamos por el Mirador de las Islas Formigues, que se encuentran frente a cala Estreta a poca distandia de la costa. Son un verdadero paraíso para los amantes de la inmersión con escafandra autónoma; En los alrededores se pueden ver numerosos restos de buques hundidos, desde la época romana hasta nuestros días, pasando por algún navío que sucumbió en la batalla naval que enfrentó en 1825 a las naves de Roger de Llúria con las del rey francés Felipe III. A continuación pasamos por la Cala del Crit y cogemos el camino por el interior bordeando los jardines de Cap Roig (estos jardines ya los visitamos en una excursión con los niños). Llegamos a Calella de Palafrugell, cuya playa, de pequeñas dimensiones, en un extremo se encuentra El Golfet con la zona urbanizada del mismo nombre. Frente a la fachada marítima de la localidad diversas playas se van sucediendo rodeadas de escollos rocosos, algún embarcadero y zonas para el varado de embarcaciones.

Del corcho al turismo.

Toda esta comarca vivió principalmente del corcho, hasta que la industria del plástico hizo su aparición. Entró en crisis en la década de los sesenta, coincidiendo con la aparición del plástico y a la vez con el boom turístico.

Posteriormente el corcho volvió a reubicarse en nuestra sociedad al encontrar nuevas aplicaciones, tanto en cuestiones de aislamiento como decorativas. Todo este mundo, de un pasado reciente, se puede revivir visitando el museo del Corcho de Palafrugell que está ubicado en pleno núcleo urbano.

El Cabo de Sant Sebastià

Es un perfecto mirador sobre las poblaciones de Llafranc y Calella de Palafrugell. Se trata de de uno de los faros más potentes de esta zona del litoral Mediterráneo. De aquí parte una ruta denominada Josep Pla, desde la cual se puede disfrutar de los maravillosos paisajes de este enclave.

Para ver el mapa de la zona pulsa aquí

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